A las palabras
se las lleva el viento
- dice el hijo de puta
y no se inmuta-
alpiste, perdiste...
lo siento,
tu ruta y mi ruta.
¡La puta que te parió
a vos y a tu madre no!
- pienso yo-
tenés más humos que un tren
y no naciste recién.
Ahí nomás, en un descuido,
lo sepulto en el olvido.
Es la misma gata Flora:
si me quedo no le gusta
pero si me voy, me llora.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Histeria que le dicen, maestro.
ResponderEliminarY cuántas muletillas más tienen, para disfrazarse de renguillos, los muy hijos de remilputas, bueno no, sus madres por ahí no son culpables, como usted dice, noble bardo.
ResponderEliminar