Y se viene la vejez
y se viene muy veloz
prolija como un ciempiés
con reuma de portavoz
mucho antes de después
dolor de huesos
y tos.
Dubitativa
enojosa
desconfiada
y pegajosa
como una papa caliente
cuando queda un solo diente.
Viene cantando bajito
los ojos achinaditos
y nos acecha de reojo.
Perdemos tornillos flojos
tropezamos con despojos
ya dejó de ser un mito.
No la mires. No la miro.
Nos puede pegar un tiro.
Que apunte para otro lado
que pase por el costado
y nunca tengas en cuenta
su afrenta.
Te olvidás de qué querías.
No sabés lo que querés.
Ni dónde dejaste el sueño
ni por qué te duele el pie.
Y ella aprovecha y se viene.
La gran puta la vejez.
No te apurés una arruga.
Conectá la marcha atrás.
Montate en una tortuga.
Igualmente llegará.
Es implacable y tosuda.
Si quiere venir vendrá.
No hay fuerza que la detenga
ni hay esfuerzo ni hay remedio.
Si quiere venir que venga.
Le darás para que tenga.
¡ Ay! ¡Que sea con salud!
¡ Y sobre todo.... sin tedio....!