lunes, 26 de marzo de 2018

                                                                  a Cipe Lincovsky y tantos otros.

Se van...se van...se fueron...
ojalà que a la luz y a la alegría,
los recuerdos perdidos en el tiempo
hacen difícil retomar la vida.

Dan ganas de no ser
con tanta ausencia,
de guardarse en un tarro, en una caja
y esperar, a la intemperie, la patada.

Digo, tan sòlo, que extraño a mis artistas
que al decir con su magia una palabra
me sedaban el alma y la impericia.

No sè còmo cuidar a los que quedan
ni me importa la impresión que causo...
Mis fervores, mis ansias se acurrucan
en la sumisa fiebre del aplauso.

viernes, 2 de marzo de 2018

PERMITIR ( basado en el poema "Posibilidades" de Wislawa Szymborska)

Permito el puente.
Permito la caricia.
Permito el árbol a orillas del rìo.
Permito un libro o màs sobre la alfombra.
Permito que la gente me destrate
pero casi nunca olvido a nadie.
Permito que el tiempo pase.
Permito las dudas que surgen
con las afirmaciones.
Permito la alegría.
Permito que se vayan lo antes posible
si lo necesitan.
Permito los análisis de sangre,
Permito la internet sin fanatismos.
Permito la distancia en los amores
pero no los amores que ponen distancias.
Permito celebrar todos los días
estar vivo y querer y darme cuenta.
Permito el éxito ajeno
mientras pueda gobernar mis frustraciones.
Permito la bondad y no la estupidez.
Permito que los que eligen tengan su fiesta.
Permito las conquistas y las celebro.
Permito las reservas y los recursos.
Permito el caos ordenado de mis papeles.
Permito las verdades difíciles que rozan la mentira.
Permito la planta sin flores.
Permito el ladrido de los perros cuando no es de angustia.
Permito los ojos inquisidores que me clavan a diario.
Permito las marchas de la bronca.
Permito muchas cosas màs de las que digo y hay cosas
que no me permito decir, pero permito.
Permito el viento en la ventana y mejor si està abierta.
Permito la muerte aunque la resista.
Permito la crueldad de los espejos.
Permito la incertidumbre y el requiebro.
Permito lo incomprensible
pero lo vulgar me paraliza.