jueves, 10 de mayo de 2012

Corrientes y Esmeralda

El Maipo refleja su luz azulina
sobre la pared-tapera de enfrente.
Se va toda la esquina  para Corrientes.

Sin embargo, el rio Esmeralda
está lleno de tetas y de culos,
de pantalones y faldas,
de cabezas lacias y con rulos.

Un ejército disperso
de cirujas camuflados
ejecuta unas bolsas de consorcio
entre cartones pintados..

El hombre sucio con perro
aguarda que pase todo
sentadito en el portal
que eligió para estar solo.

Ya empieza la ceremonia
en la acera iluminada
y los fantasmas del Maipo
arriban como si nada.

Me baño en la luz teatral
Respiro en el paraíso
Mi reflejo en un vitral
apenas si toca el piso.

Enfrente, en el hotelucho,
vedettes de otrora me espían
y se llena la vereda
de una vaga cofradía.

Cuatro viejas maquilladas
sacan entradas con palco.
Dos señores abren sala
mucho antes del horario.

Una parejita linda
va tomada de la mano.
Se sientan en las butacas
un gordo junto a un enano.

Comenzará la función.
Entro en trance, ya levito
parado en mi corazón.

Buenos Aires, Buenos Aires,
ay, qué orgía de emociones...
Estallan las marquesinas
que vieron tiempos mejores.

Estallan las marquesinas
nos ayudan a vivir
Pero en la acera del Maipo
yo me quisiera morir.




























la llama

flamea
se encabrita
se subleva
se apacigua
y lame
la llama
naranja
rojo
azul
más allá
verde
una brisa
un soplo inesperado
parece que se acaba
como tantas
que se pierde
pero emerge
resurge
trepa trémula
se estira
se confunde
se conduele
rezonga
en ondas
sube y sube
se atraviesa...
a nadie importa
no la mira nadie
insiste
porque si
porque así debe ser
o no sería
mientras sea el tiempo
arde.