domingo, 7 de febrero de 2010

Hermano optimista.

Y...si. Carpetean. Yo no sé qué mierda carpetean. Pero antes era peor, ¿eh?. Mucho peor. Cuando yo era bebé y salía de la cárcel, al volver al barrio, me daba un bajón. La anciana me mandaba al almacén a comprar... cebolla y ellos ya me carpeteaban. A veces se embutía alguno y todas las ancianas se juntaban en la vereda para verles el camote a los novios y sopletearse cosas en los auriculares... Y.. si. Les gusta carpetear la vida ajena en lugar de hacer algo. Están perdidos en la nebulosa. Siempre va a ser así. Como mi abuelo, que se había volado de la guerra del catorce. Todo un gran faraón el viejo. Cagó sus ondas sobre toda la descendencia.
Hay que hacer algo. Pensá que en cualquier momento aprietan el botón y esa es la gran pálida.
Te diría que la única. Las demás se bancan. Y hay que protestar. Hacer la nuestra. Hincharles las bolas a los faraones. Y sobre todo, tener life propia, pendex. No hay mambo mejor. A mi quisieron girarme muchas veces, pero la mía es la mía. Yo les dejo los hospicios a los que no curten ondas ni un bit. ¿Para qué sirven los ancianos que no modifican nada? Ni siquiera tienen look. Y sus sonetos son siempre los mismos. Ni siquiera pueden entender que soy un ángel. Pero el ángel de la Anunciación, no el exterminador. Están todos pack troning, viejo. Con esos rollos infernales, hacen cualquiera. Eso me eriza los capilares hasta los paraísos..., me atomiza, me jode. Se acabó el tiempo de los hipnotizadores para mi. Y tiene que terminar para todos, pendex. Hay que ser buenos monjes. Y mover los yesos para adelante, sin fijarnos si el de al lado hace ruido o vive en la oscura... con tal de que el tipo sea savi.
Juname: cualquier cosa es preferible a esos ancianos que carpetean y viven la vida como un único día. Tienen todo inamovible: el hospicio, el morfi, la tele y las sotanas. Esa onda me pone los capilares agudos, me bajonea el mambo. No puede ser... Fijate vos el papiro que pasé hoy cuando le fui a pedir monedas al viejo... El barrio todo alborotado. Me trastoqué en el acto. La próxima lo esquivo. No soy tan freak, después de todo. Soy bien nacional. Nunca maté una mosca. Asique no sé qué carpetean. ¿Será la libertad? ¿O será que siempre tengo algún tajito a mano, atraído por mi mambo, y ellos no se bancan más las dos puertas que tienen en sus casas, con los ruleros puestos? No sé. La cosa es que yo no giro. Mi sueño es llenarme de sones que curtan mis ondas. Es el único futuro, pendex. Si al fin de cuentas, todos somos iguales, y eso mata, viejito. Todos estamos luchando por el mismo astral y todos estamos bajoneados. Todos somos hermanitos, pendex, hermanitos... Y eso mata mil, loco. Mata.

1 comentario:

  1. Tiene fuerza verdadera hinchar las pelotas, protestar. Me mató como soltaste el resorte sin dejar de ser prolijo. Decirle al de al lado que haga la suya, que mire para adentro. Sí, me gusta andar en bolas, desnudar palabras, se entiende. Se sacó la corbata, profesor. Somos todos hermanos, mató mil y seguirá matando. pero Ud., profesor, es el mejor, siga escribiendo así, de pronto y a los gritos, todos vivimos, no sé los demás. soy tu hermana y el mensaje le saca punta al mirón al pedo. Va a reventar, te brindo, profe, hermanito audaz.

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