viernes, 9 de marzo de 2012

Volver a los diecisiete.




Era así, era así...

O blanco o negro.

Un desafío total

y pelo largo.

Y sufrir y sufrir.

¡qué sufrimiento!

Y todo era imposible.

Todo lejos...

La sociedad empujaba

para afuera

-igual que ahora o más-.

Dolía en la carne.

Al chico de la foto,

careciente de amor

igual que el perro,

le digo: che, ya está,

pudiste hacerlo.

Nadie tuvo confianza en que pudieras

y pudiste, pudiste

vos solito,

¡tan solito, mi dios

en mundo ajeno

y en la peste mediocre

de aquel tiempo!

Ahora todo está bien.

Ahora acá estamos.

Tal vez... menos pasión,

sin tantas energías desparejas,

pero igual actitud,

el mismo sueño,

la misma rebelión

y la coherencia.

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