Era así, era así...
O blanco o negro.
Un desafío total
y pelo largo.
Y sufrir y sufrir.
¡qué sufrimiento!
Y todo era imposible.
Todo lejos...
La sociedad empujaba
para afuera
-igual que ahora o más-.
Dolía en la carne.
Al chico de la foto,
careciente de amor
igual que el perro,
le digo: che, ya está,
pudiste hacerlo.
Nadie tuvo confianza en que pudieras
y pudiste, pudiste
vos solito,
¡tan solito, mi dios
en mundo ajeno
y en la peste mediocre
de aquel tiempo!
Ahora todo está bien.
Ahora acá estamos.
Tal vez... menos pasión,
sin tantas energías desparejas,
pero igual actitud,
el mismo sueño,
la misma rebelión
y la coherencia.
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