domingo, 13 de febrero de 2011

NI


León de invernadero
mi corazón
da saltos de gacela si te veo
de sopetón.
No sé de dónde venís...
Cuántos años...
ni el nombre que tenés...
ni dónde estabas.
Es el saludo ténue
y la mirada.
No sé por qué.
Ni sé cómo.
Ni siquiera
me animo a verte en detalle
ni en la calle.
¡Ah, lo extraño de las maneras!
¡ese dulce temor del que hacés gala!
No es momento
- me digo -,
me parece,
estoy cada vez más loco,
salgo poco...
Tiene la culpa el modo
de idealizarlo todo.
Además arruinaría el encanto
pues si me pongo a hablar
¡ay.... hablaría tanto...!
No. No. No.
Me parece.
Me parece.
Ya casi ni te saludo.
Me hace mal...
Y vos te quedás mirando
mi indiferencia total...
¡Qué actor se ha perdido el mundo!
¡Qué abrazo te puedo dar!
Pero se me va a morir.
Porque lo voy a matar.

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