Mi hermana vuelve de su viaje a La Plata.
- Hola - dice, contenta y toda alborotada.
- Hola - le digo yo.
- Lleguè hace una hora. No sabés lo que me pasó... Anoche soñé con vos.
- ¿Ah si ? Mirá.
- Tipo pesadilla, ¿viste? Te habían crucificado, con los brazos abiertos. Y te pegaban. Y llorabas. ¿Estás bien?
- .......
- Qué lindas están las plantas... Pero qué pesadilla. Igualito, igualito. Te veía con el mismo pelo, así, como ahora.
- ¿Y... estaba vestido?
- Si.Si. Vestido. Con ropa.
- Bueno, menos mal...
- ¡Y cómo te pegaban !
- ¿Y estaba gordo o estaba flaco?
- No. No. Así, como ahora. Voy a ver si le juego al sesenta.
- ¿Es el crucificado?
- No, che... tu edad.
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Me c. de risa, maestro. Es un esteta y un hermano verdadero. Loca ella y loco el hermano. Usted los hizo bellos.
ResponderEliminarBuenísimo , ¡qué hermanita!y el hermano:qué paciencia. ¿Y salió el 60?
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