viernes, 1 de febrero de 2013

No hay comentarios je je

No los hay. Ni los habrá.
Yo ya estoy resignado
a que así sea.
Ni siquiera me importa
porque no sé qué haría
si alguno me leyera.

Muy pocas veces vengo
a mirarme al espejo
sin zozobras
y enseguida me voy
para otro lado.

Estoy feliz conmigo
pero me tengo cansado.

1 comentario:

  1. Justo hoy se me ocurre volver a entrar en blogger.

    Me sorprendió encontrar tu texto sobre María Elena. Es tu declaración de principios: principios con final abierto!

    Y el poema de cuando uno se da cuenta que ya no lo quieren. Maldito! Variación del tema de Eladia que nos enseñaste hace poco, envenenado...?

    Abrazo, amigo Alberto.

    Fernanda.

    ResponderEliminar